La peste negra o bubónica fue una devastadora pandemia que asoló Europa en el siglo XIV, causando la muerte de una tercera parte de la población del continente en el año 1348. La mayor parte de los científicos cree que la peste negra fue un brote de peste bubónica, una terrible enfermedad que se ha extendido en forma de epidemia varias veces a lo largo de la historia. La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis que se contagia por las pulgas con la ayuda de la rata negra (Rattus rattus), que hoy conocemos como rata de campo.
La mayor pandemia del siglo XIV comenzó quizá en algún lugar del norte de la India, probablemente en las estepas del Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste llegó a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa (actual Teodosia) fue asediada por los mongoles. La Historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad (si bien la enfermedad no se contrae por contacto con los muertos).Los refugiados de Kaffa llevaron después la peste a Messina, Génova y Venecia alrededor de 1347/1348. Algunos barcos no llevaban a nadie vivo cuando alcanzaban las costas. En 1347 sucedió una guerra entre el Reino húngaro y el napolitano, puesto que el rey Luis I de Hungría reclamaba el trono de Nápoles luego del asesinato de su hermano Andrés, quien murió por voluntad de su propia viuda, la reina Juana I de Nápoles. De esta manera, Luis condujo una campaña militar que coincidió con el estallido de la Peste Negra. Ante tanta muerte por la enfermedad, la campaña pronto tuvo que ser suspendida y los húngaros regresaron a casa, llevándose consigo varios de ellos la peste, cobrando vidas como la de la propia esposa del rey húngaro. Así, la peste se extendió desde Italia por Europa afectando a Francia, España, Inglaterra (en junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Hungría, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia.